Nevado presenta el proyecto de instalación de escaleras mecánicas en Alzapiernas y la reforma de Sánchez Varona y Felipe Uribarri
La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, ha presentado en la mañana de hoy el proyecto de reforma de la calle Alzapiernas y los alrededores, , como son las calles Sánchez Varona y Felipe Uribarri, para la mejora de los accesos a la Ciudad Monumental.
El contrato cuenta con un presupuesto de 428.606 euros y la obra se divide en tres fases, la primera es la propia de la calle Alzapiernas, «una vía muy estrecha y muy empinada» en la que se superan 6,5 metros de altura en solo 27 metros de distancia con un desnivel medio del 23%, «lo que limita mucho cualquier tipo de actuación», ha explicado Nevado.
Hay que tener en cuenta que existen ventanas y escaparates que impiden cualquier otro tipo de solución técnica, por lo que son condicionantes que «limitan» las soluciones y hacen «inviables» algunas peticiones como la del ascensor porque «no hay espacio físico», ha insistido la regidora.
No obstante, ha reconocido que «no se puede cumplir una accesibilidad universal en ninguno de los casos» pero «sí que se puede mejorar la accesibilidad para un porcentaje muy elevado de cacereños y visitantes que tienen dificultades para afrontar estas escaleras, como personas mayores o niños».
Por eso, insiste en que esta solución «es la mejor posible, dadas las circunstancias y condicionantes», por lo que ha criticado a los grupos de la oposición que ahora se oponen a este proyecto porque, en su día, apoyaron los planes de la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) en el que se incluyen estas escaleras mecánicas de Alzapiernas.
EL PROYECTO
Así las cosas, el proyecto plantea un rediseño de la escalera general, que pasa a tener una geometría más suave agrupando los peldaños y con descansillos. Esta escalera se ubicará a la derecha (mirando desde la calle Parras) y respeta los huecos y servidumbres, como escaparates o puertas.
El centro de la calle, único lugar sin servidumbre, será utilizado para ubicar la escalera mecánica, que serán de una anchura de 60 centímetros y reversible según las necesidades, aunque preferentemente será de subida y no se podrá manipular por los usuarios. Se instalarán dos tramos, con un descanso intermedio para no aislar los laterales, que también se mejorarán con una rampa a la izquierda y con la otra escalera que será uniforme con todos los peldaños de igual tamaño.
Las personas que no puedan acceder por este espacio tendrán dos alternativas, que estarán perfectamente señalizadas e indicadas para favorecer la accesibilidad. Serán por las calles Sánchez Varona y Felipe Uribarri. En cuanto a la primera, se ubica a 65 metros de Alzapiernas, «lo que no supone un desvío grande para los usuarios», mantiene la alcaldesa.
Esta calle cuenta también con un importante desnivel y un sistema de peldaños y descansillos por lo que la solución por la que se ha optado es por la construcción de una rampa que, con un descanso intermedio y pasamanos, comunique de forma continua la calle Parras y la calle Moret.
La segunda solución de acceso está a 170 metros de Alzapiernas en la calle Felipe Uribarri que también estará señalizada. Esta vía cuenta con una pendiente más suave, de menos del 5% por lo que «será perfectamente accesible, al ser continua», ha insistido Nevado, que añade que permitirá unir la calle Parras con la Plaza de San Juan, para llegar a la zona comercial.
«De esta forma se presenta un proyecto que mejorará el acceso a un porcentaje muy importante de cacereños y visitantes a través de las escaleras mecánicas de Alzapiernas, que nunca puede ser de accesibilidad universal, pero sí un respiro para todas las personas que la utilizan actualmente al año», ha subrayado la regidora que insiste en que, para los que no puedan utilizar, se presentarán dos alternativas «claramente señalizadas y también mejoradas», como son Felipe Uribarri y Sánchez Varona.
Además, está previsto que la actuación se realice por fases, ya que primero se actuará en las calles Parras, Sánchez Varona y Uribarri, para después acometer Alzapiernas y no se produzcan molestias para los ciudadanos. En cuanto a los plazos, se establece un mes, una vez adjudicado, para los trabajos de redacción y documentación técnica y luego, una vez aprobado el proyecto, seis meses para la ejecución del mismo.
RESPUESTA A LAS CRÍTICAS
En cuanto a las personas y colectivos que no están conforme con este proyecto y que han planteado la búsqueda de otras soluciones, la alcaldesa les ha recordado que el proyecto ha sido presentado en la mesa permanente de Accesibilidad y se ha explicado a asociaciones de la ciudad, y ha insistido en que, por las condiciones de pendiente, de anchura y de servidumbre «no existe alternativa viable para que pueda ser un acceso universal».
Por ello, ha defendido que, aunque no sea universal, «sí que mejorará la accesibilidad del miles de personas mayores o con una movilidad reducida, que no dependan del uso de silla de ruedas», y ha concluido que «se cumple con la legalidad vigente que contempla actuaciones en lugares que, de ninguna manera, pueden ser accesibles por sus especiales condiciones».