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El palacio de la Isla muestra una Real Cédula de 1794 para los niños “expósitos” como documento del mes de marzo

El palacio de la Isla expone, desde hoy, como documento del mes de marzo una Real Cédula de 1794 por la que se reconocen derechos civiles a los niños expósitos y que se encontraban en una situación muy complicada, subsistiendo en Casas de Caridad

Esta Real Cédula viene a plasmar lo que era un verdadero drama vivido por aquellos niños que eran abandonados en las instituciones caritativas que se ocupaban de cuidar, en la medida de lo posible, a los niños que les eran entregados.

Las noticias que sobre expósitos llegan a la Corona son tan deplorables que obligan al monarca Carlos IV a publicar la presente Cedula para que se cuide de la vida y del destino de los niños abandonados. Su fin era que no se tratara como «hijos ilegítimos, bastardos, espurios, incestuosos o adulterinos». Una condición que les hacía aparecer como personas sin ningún derecho legal, ni siquiera el derecho a la vida. Durante el Antiguo Régimen fallecían tres cuartas partes de los niños expósitos en los propios establecimientos benéficos, antes de cumplir los 5 años, debido a las carencias que de carácter higiénico, alimenticio o sanitario.

La Real Cédula recoge de forma literal que «todos los niños expósitos sean tenidos por legítimos para todos l os efectos civiles». Además, prohíbe que los expósitos sean condenados a las penas de «vergüenza pública, ni la de azotes, ni la de horca», sino aquellas que correspondan en derecho, igual que a cualquier ciudadano.

El que los niños abandonados fuesen declarados legítimos a efecto e derechos civiles, supuso un avance para paliar la situación de desamparo que vivía. El camino aun sería largo y no fue hasta muchas décadas después, cuando aparecen las Diputaciones Provinciales, cuando la integración de los huérfanos y expósitos empieza a ser una realidad.

Este documento se podrá contemplar en el Palacio de la Isla durante todo el mes de marzo.