MANIFIESTO DE LAS LAVANDERAS DEL AÑO 2021
Bien hallados Vecinos, Moradores y Albarranes de la leal Villa de Cáceres. Hace ya más de tres décadas que nos reunimos para recordar juntos, en una puerta del tiempo, el Cáceres de las Lavanderas.
Una ciudad, que en 1850 tenía doce mil habitantes, que a inicios del siglo XX ya contaba con dieciséis mil novecientos y en la que hoy, somos cerca de noventa y ocho mil cacereños y cacereñas.
Las fuentes tradicionales, como la del “MARCO”, desagüe natural del Calerizo y sujeta a las irregularidades de las lluvias anuales.
-“Fuente CONCEJO”, la de mayor uso por los vecinos, que en un solo día, era capaz de llenar trece mil cantaros de agua, más de doscientos mil litros, lo que suponía un caudal que abastecía sin problemas la ciudad.
-La fuente de “AGUAS VIVAS”, destinada principalmente al lavado de la ropa. “Fuente FRIA”, “Fuente ROCHA” o la “Fuente del PIOJO” en la Madrila Alta, cuya obra de restauración, realizó este Ayuntamiento, para recoger las aguas con el viejo granito de antiguo convento de la CONCEPCIÓN, y manantiales como los de la “DONCELLA”, “MARTIRES”, “ESPIRITU SANTO”, “BUTRERA” y “BALINCOSO”, Así como Charcas y Lagunas.
Todas ellas, fueron los escenarios emblemáticos del trabajo de aquellas mujeres pioneras en oficios mal pagados y humildes, hasta que el desarrollo del siglo XX, con el agua corriente en todas las casas de la ciudad y las lavadoras, puso el punto final a este servicial oficio.
Recoger la información oral de ciudadanos comunes, protagonistas de la historia del siglo XX y XXI que vivían y viven a nuestro alrededor, es tener el privilegio de acceder a una información de primera mano.
Hoy como cada año desde hace más de 30, miramos al pasado para difundir una parte de nuestra historia.
En este 2021, gremio de mujeres: LAS LAVANDERAS, trabajadoras que nos han dejado su fiesta y su patrón de paja; que cada último día de Febrero era quemado en medio de la algarabía y el regocijo para librarse de su mes maldito y celebrar su marcha; queremos, aunque de una forma diferente, tener la oportunidad de transmitir esa alegría, con la que siempre hemos celebrado esta fiesta.
Este año, sin la algarabía de la quema y los coquillos, pero con la esperanza, para todos y todas, de que esta tradición volverá a celebrarse, reencontrándonos con nuestras raíces para trasmitirlas a las generaciones futuras, recordando a estas mujeres que supusieron un importante pilar en la economía de sus familias y prestaron un gran servicio a la ciudad.
CACEREÑOS Y CACEREÑAS
VIVAN LAS LAVANDERAS
VIVA LA FIESTA DEL FEBRERO
VIVA CACERES.
UNIVERSIDAD POPULAR DE CÁCERES.
Programa de mayores. Aula de la TERCERA EDAD.