El alcalde Luis Salaya asegura que en dos años se ha conseguido que la administración local sea mucho más ágil y competitiva

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha hecho un balance de estos dos años de Gobierno, calificándolo de ‘muy positivo’ a pesar de la difícil situación debido a la pandemia, donde se han aprobado dos presupuestos, el segundo con uno de los mayores esfuerzos inversores de los últimos años, y con el objetivo para los próximos dos años de fomentar el emprendimiento, la recuperación de la Ribera del Marco y el debate de un nuevo modelo de ciudad.

Acompañado de su equipo de Gobierno, Salaya ha indicado que “cuando llegamos, nos encontramos un Ayuntamiento con un gran potencial, con empleados públicos comprometidos, pero también paralizado y falto de creatividad, ambición y ganas de crecer. Los tres grandes problemas que afectan a nuestra ciudad, el paro, la falta de industria, y la falta de infraestructuras, necesitaban de una administración dinámica, ágil y competitiva dispuesta a dar todas las facilidades a nuestros vecinos, y a quienes venían a invertir en la ciudad”.

Era incomprensible que Cáceres no fuese una potencia de referencia en la generación de energía eléctrica, “y nos pusimos a reformar el plan de urbanismo para eliminar las excesivas trabas a estos proyectos, y lo hicimos en menos de un año. Ello se traduce en varios proyectos de fotovoltaicas en 2020, y en la actualidad se encuentran en tramitación otras doce plantas”.

Tampoco nadie, especialmente los promotores, ha explicado el regidor, entendía por qué se ralentizaban los trámites para la atracción de nuevas superficies comerciales, “que suponen millones de euros de inversión y generación de puestos de trabajo, y también han sido priorizados e impulsados para que puedan ser una realidad muy pronto”.

En cuanto a las infraestructuras y barrios, se han llevado a cabo obras de asfaltado de más de 35 calles, además una sólida apuesta por la accesibilidad; “y hoy mismo hemos aprobado en Junta de Gobierno el proyecto de mejora de acceso a la Plaza Mayor por la calle Gran Vía desde la plaza de San Juan, que nace de la colaboración con la Diputación de Cáceres”.

También era preciso sentar las bases para contar con una ciudad más amable, más limpia y mejor mantenida, “recuperando las dotaciones presupuestarias en varios servicios y consensuando las nuevas infraestructuras. Así se recogen en el presupuesto, y se ponen las primeras piedras de nuevas inversiones como el pabellón de Cáceres el Viejo, la sede de la Policía en Aldea Moret, el ambicioso Plan de Infraestructuras Deportivas, la ampliación del cementerio o el Plan Director de Smart City entre las casi 60 previstas y dotadas de crédito”.

El regidor municipal ha destacado que “otro importante reto para afrontar el futuro”, ha sido el del agua, “hemos llevado a cabo actuaciones para mejorar el abastecimiento, y se ha conseguido que por fin vea la luz la inversión más importante que va a recibir la ciudad en décadas, el proyecto de saneamiento y depuración de agua, con más de 84 millones de euros. Actualmente está aprobado el anteproyecto y pendiente de salida a licitación el proyecto y obra”.

En cuanto a las políticas sociales, se han implementado nuevos programas, prestaciones, protocolos y servicios para abordar las necesidades derivadas de la pandemia; se han incrementado los recursos económicos destinados a cubrir necesidades básicas y se han aumentado los profesionales, “el Instituto Municipal de Asuntos Sociales ha dispuesto de un total aproximado de 16,5 millones de euros. Destacar además, el incremento significativo destinado a las ayudas directas que se ha producido tanto en 2020, como en 2021”.

“Desde un punto de vista político, el balance que hacemos de estos dos años es muy positivo”, ha afirmado “y lo mejor es que desde el Ayuntamiento estamos siendo capaz de trabajar sin que el ruido de la política nacional enturbie la relación entre los concejales y concejalas de distintos grupos políticos. Y espero que no cambie en los próximos meses, porque le haríamos un flaco favor a la ciudad”.

Entre los principales objetivos de la segunda mitad de legislatura, ha señalado, “se encuentran la puesta en marcha de un ambicioso programa para el fomento del emprendimiento que ayude a activar la economía y genere oportunidades iguales para todas las personas y para ayudar a los emprendedores más jóvenes, mujeres y mayores de 45 años”.

También el diseño de un plan para la recuperación de la Ribera del Marco, ha añadido, “para ordenar los proyectos que estamos poniendo en marcha y los previstos a corto plazo, y unificar las actuaciones en torno a un único proyecto porque deben tener un importante protagonismo en los fondos europeos que aspiramos a recabar en los próximos años”.

Y en el debate de un nuevo modelo de ciudad, en torno a la Agenda Urbana Local, ha detallado, “debemos establecer una hoja de ruta participada, consensuada y sostenible para avanzar hacia un desarrollo urbano con la mayor calidad de vida posible, que deberá basarse en la búsqueda de tres objetivos que ya rigen los trabajos del equipo de Gobierno: turismo de calidad, empleo estable y la atracción de industria respetuosa con el medio ambiente”.

Además de estas tres actuaciones, ha añadido, “deberemos asentar los grandes proyectos de la primera mitad de la legislatura”.

La inversión en renovables es importante, pero el empleo se suele desinflar, “pero Cáceres cuenta con dos proyectos que aportarán estabilidad a largo plazo en la generación de empleo e industria: el Centro Nacional de Investigación en Almacenamiento Eléctrico (CNIAE) con una inversión total de 70 millones de euros, y que se pretende además que no solo sea un centro de investigación sino que suponga el germen de un polo tecnológico”; y el CC Green que “representa a la perfección el modelo de desarrollo que necesitamos, en torno a la energía y a la industria sostenible”.

Cáceres albergará uno de los mayores centros de referencia para el Budismo, ha recordado, “y nuestra ciudad empieza ya a posicionarse como un destino atractivo para el turista asiático”.

Salaya ha tenido, para terminar, un recuerdo para los vecinos y las vecinas que han sufrido y sufren la cara más cruel del virus, “les envío todo mi ánimo y mi cariño”, y ha mostrado su más profundo y sincero agradecimiento a toda la ciudad “por su respuesta durante los meses más duros, cuando reinaba incertidumbre. Es un auténtico honor ser el alcalde de una ciudad tan comprometida y entregada”.