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El Palacio de la Isla expone como ‘Documento del Mes’ de agosto la solicitud de un puesto de helados en Aldea Moret de 1966

El Palacio de la Isla expone como ‘Documento del Mes’ de agosto la solicitud y plano de ubicación de un puesto de helados en Aldea Moret de 1966, con el que se pretende, desde el Archivo Histórico Municipal de Cáceres, recordar a los viejos vendedores de helados que desde sus puestos callejeros o sus carros de venta, «proporcionaron frescura y alegría a niños y mayores durante los calurosos veranos de la villa cacereña».

Cuando llegaban los calores del verano cacereño, existían diferentes maneras de refrescarse tanto por dentro como por fuera. Aparte de los baños en piscinas públicas o aguas cercanas como el pantano de Valdesalor, inaugurado en 1964, los refrescos y helados eran una parte importante de las alternativas para aguantar la persistente calima que desde junio a septiembre castigaba a la ciudad y sus gentes.

Por ello, la existencia de puestos de venta de helados y polos va a experimentar un auge, con la aparición de vendedores callejeros que recorren todos los rincones de la ciudad, ya no sólo era posible adquirir helados en botillerías o locales de hostelería.

El documento es la solicitud y plano de ubicación de un puesto de helados que en 1966 solicita el empresario Primitivo Aparicio Sierra. El puesto en cuestión se ubicaría en la casa del solicitante, en el barrio de Santa Lucia, esquina a la plaza de este enclave situado junto a lo que había sido un barrio para acoger a los mineros que trabajaban en Aldea Moret.

Para la concesión del permiso pertinente se tenían que aceptar una serie de condiciones impuestas por el Ayuntamiento. Entre estas condiciones hay que destacar la obligación del solicitante a conservar las instalaciones en perfecto estado de aseo y ornato, así como la obligación de colocar papeleras para los envoltorios de los helados y mantener limpio el entorno donde se dispensan los mismos. Otras condiciones son la prohibición de traspasar los derechos de licencia o el pago de un canon municipal por desempeñar la actividad.