El Palacio de la Isla expone como ‘Documento del Mes’ de octubre la lista de objetos adquiridos para la estancia del rey Alfonso XII en Cáceres en 1881

El Palacio de la Isla expone como ‘Documento del Mes’ de octubre la lista de objetos adquiridos para la estancia del rey Alfonso XII en Cáceres en 1881, con motivo de la inauguración de la línea férrea Madrid-Lisboa por Valencia de Alcántara con parada en Cáceres.

El 8 de octubre de 1881, hace 140 años, se inauguró por los reyes Alfonso XII de España y Luis I de Portugal, la línea férrea Madrid-Lisboa por Valencia de Alcántara con parada en Cáceres. Un hecho histórico y un factor de progreso para las dos capitales peninsulares. Para la capital cacereña esta inauguración, con la presencia de dos reyes, suponía un reto al tratarse de un hecho insólito en el pasado local, había que alojar a tan grandes personalidades en una pequeña ciudad que carecía de instalaciones para la hospedería.

Para acoger a los reyes, se creó una comisión de festejos donde participan tanto el Ayuntamiento como la Diputación Provincial de Cáceres. En su programa hay que destacar un acto religioso en Santa María, así como un almuerzo para los periodistas venidos de Madrid, gratificación a las tropas o una entrega de limosna para los pobres de la ciudad y una recepción de los Reyes a las fuerzas vivas de la ciudad. Aunque la mayor parte de los gastos se realizaron para acomodar las habitaciones que debían ocupar las autoridades venidas de Madrid y Lisboa respectivamente.

El documento que se expone  es la lista de los enseres adquiridos para las habitaciones que ocuparon los Reyes en el edificio del actual Ayuntamiento de Cáceres. Una lista de muebles traídos de Madrid que fueron adquiridos en las tiendas más exclusivas de la Capital: como La Española, en la calle Preciados o la del cordonero Francisco Vicente Manget situada en la Plaza Mayor madrileña.

De los artículos adquiridos hay que destacar  una cama de palosanto valorada en 10.300 reales, tres divanes marques con cuatro sillas inglesas valorado en 12.730 reales o un armario de luna con dos espejos por valor de 5.440 reales. Otros enseres que se adquieren serán desde lavabos hasta retretes o cortinas y alfombras, candelabros, biombos japoneses o toallas, todo ello de la mayor calidad y lujo. Tal fue el gasto realizado que, al año siguiente se ponen en venta gran parte de los bienes traídos de Madrid, siendo adquiridos por la nobleza local y demás familias acaudaladas a precios de saldo.

El presente documento nos aproxima a los gustos de una época y al esfuerzo que hacían las poblaciones cuando recibían visitas de alto nivel.