Entrevista Federico Steinberg- Real Instituto Elcano
Desde que hiciera sentir sus devastadores efectos en las diferentes economías europeas, la crisis financiera se ha convertido en el principal caballo de batalla de la Unión Europea. Una respuesta coordinada ante la gravedad de la situación y la puesta de marcha de un Plan de Recuperación Económica son algunas de las iniciativas comunitarias que buscan reactivar la economía. Analizamos sus orígenes, efectos y consecuencias con Federico Steinberg, analista del Real Instituto Elcano.
De cara a entender los orígenes de la gravísima situación financiera que atraviesan las economías mundiales, ¿cuáles han sido sus principales causas? ¿Había señales o indicadores que permitieran presagiar la debacle económica actual?
La crisis financiera es una conjunción de varios elementos: por un lado, la profunda liberación y desregulación del sistema financiero en la década de los noventa; y por otra, la existencia de un enorme volumen de liquidez -es decir, tipos de interés muy bajos en todo el mundo durante muchos años-, factores que provocaron una distorsión en la percepción de los riesgos. Por esa razón, todo tipo de actores económicos se aventuraron a tomar más riesgos de los adecuados y utilizar instrumentos financieros sofisticados como el llamado ‘apalancamiento’ -pedir prestado para invertir de una manera desorbitada-, dando lugar a un incremento notable del riesgo en el sistema.
La realidad es que se habían creado varias burbujas en mercados de activos basadas en una percepción del riesgo distorsionada y todo el mundo consideraba más adecuado seguir invirtiendo y ‘apalancándose’ que intentar frenar de burbuja ya que se creía que nos encontrábamos ante un crecimiento sano.
Sin embargo, en los últimos meses hemos presenciado como se desmoronaba el sistema financiero, precisamente porque no estaba basado sobre "cimientos" reales…
En efecto, lo que se ha visto con posterioridad es que efectivamente existía una burbuja, que ahora ha estallado con todas las consecuencias. Durante años, cuando el crecimiento ha sido muy alto, nadie se ha querido arriesgar a subir los tipos de interés por miedo a dificultar o anular el crecimiento. Por esta razón, ningún banco central, pero sobre todo el de Estados Unidos, se atrevió a adoptar este tipo de medida, ciertamente impopular. Por lo tanto, estamos atravesando una situación cuya gravedad nadie logró prever a tiempo.
¿Dónde se origina estrictamente la crisis?
Las fuentes de desequilibrio en términos macroeconómicos son Estados Unidos y las economías asiáticas. La crisis, que empieza de manera gradual en julio de 2007 con las hipotecas subprime estadounidenses, poco a poco se va expandiendo debido a la globalización financiera, llegando al resto del mundo a lo largo de 2007. En septiembre de 2008 quiebra Lheman Brothers y la Reserva Federal decide no rescatarlo, provocando un colapso en los mercados internacionales que los deja al borde de una crisis sistémica, con el hundimiento de los sistemas financiero y bancario internacionales.
En una situación de este tipo, después de la crisis financiera lo que viene es la recesión económica y esa es la situación en la que todas las economías del mundo están inmersas. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de finales de enero predicen una caída del PIB del 2% en EE.UU. y en la Zona Euro; del 2,8% en el Reino Unido; del 2,4% en Japón y una desaceleración muy profunda en la mayoría de las economías emergentes como China o la India, e incluso recesión en países emergentes con economías fuertes, como Rusia o México…
Con el empeoramiento de la situación, llega una respuesta de las instituciones. En EE.UU., Bush anuncia su discutido plan de rescate del sector bancario. ¿Cómo reacciona la UE antes los primeros signos de colapso económico?
Es interesante ver que Europa por una vez toma un cierto liderazgo intelectual y político ante la crisis de la mano de Gordon Brown, el autor intelectual de la estrategia de rescate del sistema bancario y financiero que pasa por inyectar capital a los bancos sin hacer una nacionalización parcial. Por lo tanto, Europa retoma cierto liderazgo: Sarkozy propone la cumbre del G-20 en noviembre, el Banco Central Europeo (BCE) baja los tipos de interés y, en lado fiscal, hay un paquete de estímulo coordinado que se alcanzó en diciembre por valor de 200.000 millones de euros del cual todos los países europeos se comprometen a hacer un impulso fiscal de aproximadamente el 1,5% del PIB de la Zona Euro.
¿Porqué es importante que haya una respuesta europea coordinada?
Porque como los países del euro comercian muchos entre sí, si hay un país que hace un estímulo muy grande, parte de ese estímulo va a terminar beneficiando a otros países. El objetivo es que todos gasten a la vez para que no haya un gasto que se pierda dentro del sistema. Ahora el debate gira en torno a en qué emplear esas ayudas. Si se usa en gasto público, es más adecuado que se emplee en inversiones a largo plazo -infraestructuras, I+D, energías renovables, educación- ya que es más adecuado que ese gasto sirva para mejorar el crecimiento en los años venideros, no sólo gastar hoy para que lo paguen nuestros hijos y nietos mañana.
¿En qué momento llega la crisis financiera a las economías reales? ¿Cuándo empieza a notarlo el ciudadano?
Fundamentalmente es a partir del primer trimestre de 2009 cuando oficialmente las economías empiezan a entrar en recesión -dos trimestres seguidos de crecimiento negativo- y será a lo largo de 2009 cuando asistamos a un mayor volumen de quiebras, pérdidas de empleo, ERE, etc. Por ello, los gobiernos están poniendo en práctica distintos sistemas de transferencia, ya sea reducir las cargas hipotecarias, dar plazos extraordinarios, permitir rescatar el dinero de los fondos de pensiones u otro tipo de incentivos para mantener la capacidad de consumo de la población. Es de esperar que 2010 sea un mejor año, aunque cada economía y cada país tiene una coyuntura distinta, por lo que la recuperación puede llegar más tarde en unos que en otros.
El modelo de acción de la UE ha sido intervencionista y protector si lo comparamos al estadounidense. ¿De qué manera están respondiendo las economías de la UE a las medidas aprobadas por el Consejo Europeo para frenar la recesión?
Tradicionalmente, cuando hay una recesión, la economía estadounidense es más rápida tanto tocando fondo como recuperándose porque es más flexible. En ese sentido, la ausencia de flexibilidad en los mercados europeos, sobre todo en los de bienes y servicios, y la mayor rigidez en los mercados de trabajo, pueden dificultar la recuperación en la UE. En el caso del mercado de trabajo no es tanto en época de recesión, sino que cuando empiezan a mejorar las expectativas: si el mercado de trabajo es más rígido, las empresas tienen más miedo a contratar; mientras que si es más flexible pueden contratar más rápido. Es en ese sentido donde podría haber una recuperación más suave y lenta en Europa.
En cuanto al rol político de la UE en el seno del G-20, ¿será posible ver a Europa liderando lo que ha sido denominado el "establecimiento de un nuevo orden económico y financiero mundial"?
Europa está bien posicionada porque en el mundo se percibe de algún modo que esta crisis viene motivada por un modelo de excesiva desregulación proveniente de EE.UU. y del Reino Unido: los Ronald Reagan y Margaret Thatcher de los ochenta. Por lo tanto, en el contexto internacional, lo que se va a buscar es no tanto una refundación del capitalismo, sino una nueva forma de regular mejor que tal vez tenga más que ver con los modelos que hay en otros lugares, y cuando se mira a otros lugares, de forma natural se mira a la Europa continental y algunas economías emergentes.
¿De qué manera ha afectado la crisis al euro? ¿Puede la moneda comunitaria salir reforzada de ella?
Es muy interesante lo que ha sucedió porque a corto plazo, cuando estalló la crisis, el dólar se reforzó, lo que es una paradoja porque en principio la crisis estalló en EE.UU. Esto se debe a que hubo un pánico financiero tan importante que todos los inversores -sobre todo aquellos que tenían dinero en países emergentes- se refugiaron en lo que consideraron el activo seguro, que eran las letras del Tesoro en dólares estadounidenses. Aún así, el euro ha ido consolidándose poco a poco como una moneda importante, de reserva internacional alternativa al dólar aunque todavía está por debajo respecto al volumen de reservas que tienen los bancos centrales en dólares o euros. Es posible que a medio y largo plazo, si las tasas de inflación tienden a ser más altas en EE.UU., haya una cierta pérdida de confianza en el dólar. Entonces, si el euro mantiene su solidez, podría ir comiéndole terreno al dólar como moneda internacional de reserva.
Hace unas semanas, Joaquín Almunia hizo públicas las correcciones de las previsiones económicas para la UE y los resultados fueron concluyentes: tenemos crisis para largo. En el caso de España, las perspectivas han sido realmente poco halagüeñas, ¿qué podemos esperar que ocurra en los próximos meses? ¿Hay luz al final del túnel?
Lo que sabemos es que va a haber una recesión en España durante 2009 y que la situación española tiene alguna dificultad añadida porque el sector inmobiliario es más lento en recuperarse que otros sectores. El tema del desempleo responde exclusivamente a la estructura del mercado laboral español y a su regulación: ahora sólo queda comprobar si va a haber algún tipo de pacto social en que los distintos actores políticos, sociales y económicos se pongan de acuerdo para compartir la carga del ajuste. Pero es que además, en España, como veníamos creciendo durante 14 años a una tasa muy alta, el cambio de expectativas es muy fuerte y es más difícil ajustarse psicológicamente a la caída.
¿Qué medidas podemos esperar en los próximos meses de la UE?
Poco a poco irán surgiendo nuevas iniciativas de gasto y estímulo fiscal, pero dentro del paraguas de esfuerzo coordinado. También es posible que haya nuevas bajadas de tipos por parte del BCE porque todavía hay margen. Y por último, es posible y sería deseable que emergiera un regulador- supervisor financiero a nivel europeo. Esto sería la mejor parte, si hay alguna, de esta crisis ya que se trata de algo muy necesario. Debemos reforzar la gobernancia económica dentro de Europa para tener un papel en el exterior más importante.
¿Podemos tener esperanza en que realmente se van a establecer nuevos parámetros reguladores en el mundo financiero?
Creo que va a haber nuevas reglas y en algunos temas en los que se han detectado grandes fallos, éstos se van a corregir. Por ejemplo, se va a modificar la regulación de todo lo que son las operaciones del sistema bancario en la sombra –shadow banking system-, sistemas no regulados, paralelos, banca de inversión, no auditados, no controlados por las agencias estatales de regulación, etc. Y asistiremos además a una mejora en las agencias de rating, que estaban calificando a activos financieros que ahora se ha comprobado que estaban basados en la nada.
Más información:
Plan Europeo de Recuperación Económica
Respuesta de la UE a la crisis financiera
La crisis financiera: datos y medidas adoptadas por la UE
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