‘Julián Rodríguez Marcos’ da nombre a la biblioteca municipal del Palacio de la Isla
La biblioteca del Palacio de la Isla se denomina desde hoy ‘Julián Rodríguez Marcos’, como reconocimiento a su labor en pro de la cultura como escritor, editor y galerista. Fallecido en junio de 2019, dejó una profunda huella en la ciudad y queda ligado desde ahora un lugar donde los libros son los protagonistas, como lo fueron en su vida.
El alcalde de Cáceres, Luis Salaya; la consejera de Cultura, Nuria Flores; la directora de la Biblioteca Regional de Extremadura, Julia Pérez, y la madre y hermano de Julián Rodríguez, María Marcos y Javier Rodríguez, así como amigos del escritor, han participado esta mañana en el descubrimiento de la placa y el homenaje a su figura.
Salaya ha agradecido a las personas que han impulsado y apoyado este reconocimiento, y su familia “por su generosidad y por participar en el acto, y por haber generado el entorno en el que nació, porque no en todas la casas hay espacios para desarrollarse culturalmente”.
Esta biblioteca, ha destacado, “es un refugio para mucha gente y queremos ligarnos a él como imagen de lo que queremos ser. Julián reunía muchas cosas de lo que quiere ser esta ciudad, una identidad entre lo rural y lo urbano, sin volverse locos por la identidad pero construyendo identidades inclusivas; la apuesta por la cultura, y ser cada día más abiertos y mejores”.
“Dentro de algunos años alguien se refugiará allí y encontrará en Julián un símbolo o una imagen de Julián que le resulte inspirador y le recordará que hay momento y espacios en los que la cultura puede surgir y desarrollarse y donde mucha gente es capaz de construir lugares mejores para seguir desarrollando nuestra cultura”; ha aseverado el regidor municipal.
Javier Rodríguez ha agradecido a todas las personas que han hecho posible “esta iniciativa maravillosa, la mejor manera de recordarlo es que su nombre esté en la calle y alguien se pregunte quién era”.
Ha recordado que Julián fue usuario de esta biblioteca, “y es una suerte que se haya dado su nombre a una biblioteca que es pública, especialmente porque Julián fue un defensor de lo público, y también es un lugar de memoria, y en Julián confluyen esas dos dimensiones”.
“Ni su muerte ni su vida se explican sin los libros, y desde hoy es un poco más inolvidable y está más vivo, es un recordatorio porque algún día alguien pasará por allí, se preguntará quien fue y que si él pudo hacer todo lo que hizo, también podrá hacerlo”, ha señalado.
Por su parte, la consejera de Cultura ha destacado que “las bibliotecas se vuelven acogedoras cuando los lectores y lectoras las hacen suyas y las frecuentan y se sienten en su casa, y esta biblioteca fue durante décadas la única de la ciudad durante la generación de Julián, y me gusta que se reconozca al lector de una biblioteca pública que supo apreciar el valor de lo público dentro de la cultura”.
Sobre la figura de Julián Rodríguez, “me identifico sobre todo con su forma de ser extremeño, porque en cada una de sus decisiones, gestos e iniciativas, encuentro una lección para todos. Supo estar implicado en su ciudad, en su pueblo de origen y su región, y no ser nunca localista; abrir las puertas a la cultura portuguesa, y comprometerse con la cultura, y hacer crecer esta tierra emprendiendo diversos proyectos. Una manera de ser extremeño que hoy me parece un modelo al que imitar”.
La directora de la Biblioteca Regional de Extremadura ha agradecido al Ayuntamiento esta decisión, “porque ligar su nombre a ella y lo que significa para la cultura extremeña la potencia y pone en valor socialmente, y es una manera de trascender en el tiempo y permanecer en el imaginario presente y futuro de la ciudadanía cacereña y por ende extremeña”.