La comisión de valoración del protocolo ‘Itinerario de emergencia social de atención a personas sin hogar ante condiciones atmosféricas adversas’ contabiliza un aumento de demandas considerable
La comisión de valoración del Protocolo ‘Itinerario de emergencia social de atención a personas sin hogar ante condiciones atmosféricas adversas 2022-2023’ se ha reunido para evaluar la campaña, y las entidades que lo componen han valorado la mejora de la comunicación y la coordinación, el aumento de las demandas en este año (especialmente de personas inmigrantes) y las dificultades para hacer frente a las situaciones de emergencia socio-sanitaria.
Además se ha puesto en valor el papel del voluntariado y los técnicos y técnicas que han desarrollado su trabajo desde la empatía y el compromiso con las personas más vulnerables de la ciudad.
La comisión está integrada por Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres, Cruz Roja, DYA Social, Policía Local, Policía Nacional, Banco de Alimentos y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En la reunión se valoraron los datos de las atenciones e incidencias surgidas con objeto de mejora para itinerarios posteriores.
La concejala de Asuntos Sociales, María José Pulido, ha recordado que “el pasado 15 de noviembre se activó este protocolo con el objetivo de establecer vías de coordinación interinstitucional, servicios especiales y flexibilidad de horarios y de normas de acogida para dar mayor y mejor cobertura a las personas que por diversas circunstancias se encuentran pernoctando en la calle durante este periodo, evitando situaciones de emergencia socio-sanitaria”.
La novedad principal de este año, ha indicado, “es que este protocolo no incluye sólo la atención durante el invierno, sino que se activará tanto en condiciones de frío como de calor extremo, puesto que en verano también se dan contextos muy duros para vivir y pernoctar en situación de calle”.
En esta ocasión se activó el 15 de noviembre (se acordó en el Consejo Sectorial de Personas sin Hogar adelantar el comienzo por la previsión de las primeras lluvias) y se prolongó hasta el pasado 31 de marzo. Durante el verano, aunque se establecen julio y agosto como los meses de referencia, se acuerda movilizar las intervenciones siempre que el 112 active las ‘olas de calor’.
Este protocolo establece dos centros de referencia, ambos gestionados por Cáritas Diocesana con el apoyo económico del Ayuntamiento de Cáceres, uno es el Centro Vida, ubicado junto a la estación de RENFE, que ha tenido una ocupación media del 99% del total de sus plazas (16). Se han atendido a 61 personas (58 hombres y 3 mujeres) proporcionando un total de 407 respuestas. La edad más común de las atenciones ha estado comprendida en la franja entre 18 y 35 años. En cuanto a nacionalidades, 44 personas han sido españolas y 17 extranjeras.
El otro espacio, el Centro de Emergencia Social, es un recurso de mínima exigencia dirigido a las personas sin hogar o de paso de la ciudad de Cáceres que, por diversos motivos, no puedan disponer para pernoctar de los ya existentes, se ha atendido a 55 personas (49 hombres y 6 mujeres). Con una ocupación media del 83% (85% en las plazas de hombre y 71 % de ocupación en las plazas de mujer), dando 1032 respuestas (alojamiento, desayuno y productos de higiene). Se han tramitado además ayudas para ropa a 17 personas y 18 personas han sido derivadas al Centro Vida para iniciar un proceso para su inserción.
En cuanto a su nacionalidad, 38 han sido españoles/as y 17 personas extranjeras. Ha permanecido abierto desde las 22 horas de la noche hasta las 10 horas de la mañana con 10 plazas, 8 para hombres y 2 para mujeres. Gracias a la atención desde este dispositivo, los responsables de Cáritas han procurado que personas en un proceso de reinserción avanzado pasen a Centro Vida y de éste se trasladen a los pisos de vida semiautónoma que tienen en la ciudad.
Desde el pasado año este recurso no se cierra al finalizar el protocolo, permanece abierto durante todo el año.
Por lo tanto, entre ambos recursos residenciales se han atendido a 95 personas (86 hombres y 9 mujeres) con un total de 1439 respuestas a personas en situación de sin hogar, 67 españoles y 28 extranjeros (de los cuales 18 en situación irregular). La gran mayoría, desempleados de larga duración, con insuficientes o nulos recursos económicos, 25 personas presentan problemas de salud mental,29 personas tienen problemas de adicción a algún tipo de sustancia y con escasas redes familiares y sociales de apoyo.
Esto supone un incremento con respecto al Protocolo de Ola de Frío de 2021-22, donde se atendieron a 79 personas (68 hombres y 11 mujeres) y se dieron 1277 respuestas. Se ha producido un claro incremento en la presencia de personas inmigrantes, pasando de un 18% del año pasado a un 30%, y de la misma manera un aumento en las personas en situación irregular, pasando de 5 personas atendidas en 2021-22 a 18 personas en el 2022-23.
Por otro lado, el IMAS ha atendido a unas 25 personas en este periodo que venían demandando información y que se les ha derivado a los diferentes recursos. En concreto a 11 unidades familiares se las ha atendido en hostales de la ciudad con un total de 78 pernoctaciones. Las derivaciones a los alojamientos alternativos se han producido por encontrarse completas las plazas de los dos recursos residenciales del protocolo o por situaciones concretas de las personas usuarias, como es el caso de personas enfermas o familias con menores a su cargo.
En horario nocturno para la atención de estas personas in situ, la Unidad Móvil de DYA Social ha salido de viernes a domingo de 22 a 1 horas; ha atendido una media de 9 personas por noche a través de los 32 voluntarios/as que han estado en el programa, aumentando considerablemente en días puntuales, lo cual supone un aumento a las atenciones del protocolo anterior. Han realizado 10 traslados al Centro de Emergencia Social, 21 atenciones sanitarias y entregado comida caliente que les ha proporcionado el Banco de Alimentos (un total de 1.120 raciones, más del doble que el año anterior). Los alimentos que les ha facilitado el Banco han sido caldo de pollo, fideos, café, leche, galletas, bollería y azúcar.
Cruz Roja por su parte atiende de lunes a jueves de 22 a 1 horas y los datos de atenciones coinciden con los de DYA por noche, con un total de 930 atenciones (tres veces más que el anterior protocolo) totales a lo largo de este periodo con 21 personas voluntarias. Han variado las atenciones por meses, encontrando un incremento significativo en el mes de enero. Por su parte, han repartido también alimentos, en este caso café, leche, caldo con picatoste, dulces, pasta, carne en latas, zumos y barritas energéticas. También les han surtido de mascarillas y sacos de dormir cuando ha sido preciso.
La Asociación Obra Social la Milagrosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl ha atendido en el Comedor Social a 253 personas con 7.830 comidas y 8.040 bocadillos para la cena. Han acudido, en diversos turnos diariamente una media de 60-70 personas. Además, han entregado mantas y ropa de abrigo y vestuario, independientemente de que acudan o no al servicio de comedor. El día de Nochebuena y Nochevieja se repartieron cenas especiales y comida para el día siguiente a 100 familias. Se han repartido en total en estos meses 9.916 comidas con sus correspondientes cenas.
Desde el IMAS se ha estado en contacto además con Policía Nacional y Policía Local, que también han atendido y derivado a personas en situación de calle a los diferentes recursos del protocolo, realizando acompañamientos en los casos que ha sido preciso. Además, han acudido ante las demandas de los diferentes recursos del protocolo por situaciones de conflictos entre usuarios que han desembocado en peleas. Los más llamativos se han dado a la entrada del CES, en las ocasiones en las que no ha habido suficientes plazas para atender las demandas.
Para finalizar la reunión, las entidades plantearon las actuaciones de cara a las olas de calor que puedan surgir durante el verano, favoreciendo las visitas ‘in situ’ a las personas en situación de sin hogar, su hidratación y atención sanitaria, así como la derivación a los recursos existentes.