La ‘Fiesta de las Lavanderas y la Quema del Pelele’ se celebrará de forma online
El Ayuntamiento celebrará este viernes día 12 la ‘Fiesta de las Lavanderas y la Quema del Pelele’ de forma online, ya que la pandemia obliga a cumplir con las restricciones que eviten contagios, pero no faltará ni la lectura del manifiesto, ni el pelele indultado. Además, se ha elaborado un video que se hará llegar a todos los centros educativos para que los escolares conozcan el origen de esta fiesta tan popular entre cacereños y cacereñas.
La concejala de la Universidad Popular, María José Pulido, ha señalado que ante la imposibilidad de realizar el tradicional desfile de ‘El Pelele’ y su posterior quema en la Plaza Mayor, acompañado por lavanderas y aguadores del Aula de la Tercera Edad de la Universidad Popular, “se ha realizado en formato audiovisual, un recordatorio, de fotografías y vídeos de años anteriores, elaborado por alumnos de la misma, con las imágenes más representativas de la fiesta”.
El video se enviará a todos los centros educativos “para que nuestros escolares conozcan el origen de esta fiesta y a esas mujeres increíbles que sacaban energía no sólo para trabajar duramente en el lavadero sino también para escribir y cantar coplillas ácidas y críticas y montar una fiesta como es la del inicio del Carnaval en nuestra ciudad”.
Igualmente se ha grabado una presentación por parte del alcalde, Luis Salaya, y un tercer vídeo con la lectura del ‘Manifiesto de las Lavanderas’ realizado por una alumna del Aula de la Tercera Edad.
“No podremos celebrar ni los divertidos pasacalles con el Pelele montado en el burro ni las concentraciones en la Plaza Mayor alrededor del fuego, bailando la jota y comiendo las roscas y pestiños”, ha manifestado, “no podremos reunirnos grandes y pequeños pero no podemos dejar de celebra esta fiesta tan arraigada en nuestra ciudad, y por ello se hará de manera online”.
Desde que en 1987, comenzara el estudio que sobre las lavanderas y su fiesta del febrero se hizo desde la Universidad Popular, arrancaba un ciclo de actividades relacionadas con estas mujeres y con su oficio que ha dado de sí lo suficiente como para convertirse en unas de las mayores aportaciones que desde la investigación histórica, a partir principalmente de testimonios orales, se han realizado al inventario cultural de Cáceres y por extensión al de todos los extremeños.
Pulido, ha recordado que el estudio que dio origen a todo lo que ha venido después, “surgió a partir de la iniciativa de un Ayuntamiento y al trabajo de un grupo de ancianos en su afán por recuperar imágenes del pasado, imágenes con las que habían crecido y que indudablemente ocupaban un espacio importante en su memoria, en la individual y en la colectiva”.
En la memoria de los ancianos estaba presente la figura de unas mujeres que cargadas con sus hatillos de ropa ajena, se dirigían todos los días del año a los lavaderos, con el fin de aportar unas monedas semanales a su débil economía doméstica; mujeres de tez curtida por las marcas del tiempo y la miseria, que desde hacía décadas habían desaparecido del paisaje humano de la ciudad.
En el recuerdo de los más viejos, ha señalado, “estaban presentes sus nombres y apodos, sus barrios de origen, la familia a la que pertenecían cuando la capital era solo «un pueblo grande», los comercios en los que compraban sus escasos víveres de supervivencia, las casas a las que servían, los bailes a los que habían asistido de mozas, con quien se habían casado y muchas de las características de su aspecto físico y de sus aficiones y gustos”.
“Todo un aluvión de datos que, una vez ordenados y constatados, se convirtieron en un verdadero tesoro documental”, ha detallado Pulido, “de esta manera conocimos a las que se pueden denominar las últimas lavanderas. Mujeres, sin historia escrita, que por primera vez se convertían en objeto de un trabajo de investigación histórica. Era la crónica de sus vidas, las de cada una, unidas entre sí por su oficio de lavanderas”.
Las consecuencias que la recuperación de la fiesta del febrero y el trabajo de investigación histórica sobre las lavanderas han tenido sobre la ciudad que las vio nacer y desaparecer, han sido todas positivas; se han realizado cortos y documentales donde la imagen ha inmortalizado definitivamente la figura y la opinión de las últimas lavanderas.
Se han rehabilitado algunos de los viejos lavaderos, como Hinche o La Madrila, ha señalado, “recuperación que los eleva a la categoría de monumentos populares; se ha inaugurado una avenida en la ciudad con el nombre de Las Lavanderas, donde se ha instalado una escultura alusiva a estas mujeres humildes y luchadoras”.
Con la fiesta del febrero se inicia de manera original y propia el carnaval cacereño, y aparece en cuantos manuales sobre tradiciones e historia local se publican sobre Extremadura. Se ha escrito un libro, ‘Aprender desde el recuerdo’, que va por su segunda edición, en el que se recoge todo el trabajo de investigación histórica realizado sobre las lavanderas; trabajo que dio vida al recuperado rito del febrero.
“La recuperación de la fiesta del febrero es principalmente un homenaje a estas mujeres y a sus oficios, que durante siglos calmaron la sed y lavaron las ropas, una recuperación necesaria para que en la memoria de los pueblos sigan presentes aquellos sectores sociales que en el pasado aportaron su trabajo y sus tradiciones como principal patrimonio de sus vidas”, ha concluido Pulido.