Otro visto bueno a la contabilidad de la UE
Bruselas, 10 de noviembre de 2011 – Por cuarto año consecutivo, la contabilidad anual de la UE ha recibido el visto bueno de sus auditores externos. En lo que se refiere al gasto de la UE, la tasa de error global es una vez más inferior al 4 %, lo que supone que la inmensa mayoría (el 96 % como mínimo) de los pagos totales efectuados en 2010 no presentaba errores cuantificables.
Algirdas Šemeta, Comisario de Fiscalidad, Unión Aduanera, Lucha contra el Fraude y Auditoría, ha declarado lo siguiente: «El informe del Tribunal de Cuentas confirma que vamos por buen camino, aunque esto no significa que tengamos que relajar nuestros esfuerzos por salvaguardar el presupuesto de la UE. Estamos preparando actualmente la próxima generación de fondos de la UE. Se trata de una oportunidad para mejorar la calidad del gasto de la UE y para rentabilizar el dinero de su presupuesto, sobre todo en las políticas gestionadas conjuntamente con los Estados miembros. También representa una oportunidad para demostrar a todos los contribuyentes que la Comisión hace todo lo posible para garantizar que su dinero se controle y gaste correctamente».
Los resultados correspondientes a las políticas gestionadas directamente por la Comisión siguen mejorando, según el informe del Tribunal, con una disminución constante de la tasa de error en ámbitos tales como la investigación, la ayuda exterior, el desarrollo y la ampliación. En agricultura, la situación permanece estable, con un porcentaje de error cercano al umbral fijado por el Tribunal. Las ayudas directas a las explotaciones agrícolas, que representaron 39,7 millones de euros, no presentaban errores materiales.
En política de cohesión, en la que los Estados miembros gestionan directamente los proyectos para impulsar la competitividad y el crecimiento en todas las regiones de Europa, la tasa de error se incrementó ligeramente respecto a 2009. Este aumento respecto al año anterior obedece en parte al hecho de que numerosos programas iniciados en los años anteriores tuvieron que abonarse a partir de 2010. Esto significa que los pagos sujetos a unas normas de admisibilidad complejas aumentaron considerablemente en volumen respecto al año precedente, lo que generó un mayor margen de error.
No obstante, la tasa de error de la política de cohesión siguió estando muy por debajo de los niveles de 2006 a 2008, gracias sobre todo a la mejora general de las medidas preventivas y correctoras y a las disposiciones más estrictas de gestión y control en el periodo de programación actual. La Comisión centra este tipo de medidas en los Estados miembros y las regiones en que estos errores son más frecuentes.
El año pasado, la Comisión recurrió repetidamente a las medidas correctoras a su disposición, tales como la interrupción y la suspensión de pagos a los Estados miembros en caso de dudas sobre la utilización del dinero. Por ejemplo, la Comisión bloqueó temporalmente en 2010 pagos por un importe de 2 150 millones de euros tan solo en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Desde el año pasado se ha recurrido periódicamente a la posibilidad de interrumpir los pagos, habiéndose aplicado ya en más de cien asuntos. Además, en todo el presupuesto, se recuperaron o corrigieron 1 550 millones de euros en 2010, lo que representa un aumento del 10 % frente a 2009.
En lo que se refiere a la eficacia de los sistemas para detectar y corregir errores, el Tribunal de Cuentas considera que, a pesar de que los sistemas se consideraron eficaces solo en parte en algunos de los capítulos, el 90 % de todos los errores detectados en sus muestras se produjo fuera de la Comisión, entre los beneficiarios.
Antecedentes
Los errores no suponen que el dinero de la UE se pierda, derroche o estafe. Cuando el Tribunal de Cuentas se refiere a una tasa de error, se entiende que el dinero no debería haberse abonado, porque el proyecto no cumplía todas las condiciones para poder acogerse al apoyo financiero de la UE o porque se produjo algún error en los trámites relacionados con el proyecto. Por ejemplo, puede que las normas de contratación pública no se hayan respetado debidamente o que haya habido errores en el cálculo de los gastos. En caso de error, existen mecanismos para detectarlos y corregirlos y la Comisión toma todas las medidas necesarias para proteger el presupuesto de la UE y el dinero de los contribuyentes.
En virtud del Tratado (artículo 317 del TFUE), la Comisión ejecuta el presupuesto bajo su propia responsabilidad. No obstante, en el marco de la gestión compartida, que incluye, por ejemplo, la agricultura, el desarrollo rural, las políticas sociales y regionales y los programas pesqueros y representa aproximadamente el 80 % del presupuesto de la Unión, los controles del primer nivel y las comprobaciones incumben a las autoridades nacionales. Estas elaboran y aplican sus propios sistemas, que están sujetos a la auditoría de la Comisión y el Tribunal de Cuentas.
La Comisión ha adoptado muchas medidas en sus propuestas para la próxima generación de programas (2014-2020) a fin de mejorar la gestión de los fondos de la UE, entre las que se cuentan medidas correctoras más estrictas si los Estados miembros no resuelven las irregularidades a tiempo, un nuevo sistema para el seguimiento de los avances en la consecución de los objetivos establecidos y un nuevo marco de control, que exigirá que las autoridades de gestión nacionales firmen una declaración de fiabilidad de sus cuentas. Además, en caso de que la Comisión o el Tribunal de Cuentas Europeo detecten deficiencias graves, se propone que la Comisión pueda cancelar una parte o la totalidad de la contribución de la UE a un programa y exigir su recuperación a los Estado miembros, de manera que estos perderían los fondos de la UE de no detectar y corregir las irregularidades antes de presentar las solicitudes de reembolso a la Comisión.
Próximos pasos
Tras la publicación del informe anual del Tribunal de Cuentas, el Consejo presentará al Parlamento Europeo una recomendación sobre la aprobación o no de la gestión presupuestaria de la Comisión. Sobre la base de esta recomendación, el Parlamento Europeo votará en mayo de 2012 una resolución de aprobación o no de la ejecución del presupuesto de 2010.
Fuente: Servicio de Prensa de la Comisión Europea
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